EN JUICIO CATALOGADO COMO IRREGULAR POR OBSERVADORES CONDENAN A CHILENOS EN BARCELONA

La madrugada del 4 de febrero de 2006 estos tres jóvenes se encontraron con una disputa entre policías y un grupo de jóvenes; sin poder salir del lugar fueron detenidos como culpables de haber herido gravemente a un policía. Al detener a los sudamericanos se les califica como ilegales siendo que todos tenían su situación regularizada en España. De todos modos el ser "sudacas", como despectivamente les llamaron, los hizo víctimas de golpes y torturas que derivan en una lesión el la cabeza para Rodrigo, en la boca y nariz para Alex cuyo padre vive en Chocota y una fractura en un brazo para Juan.

De Izq. a Der. Alex Cisternas, el argentino Juan Pintos y Rodrigo Lanza

Los jóvenes chilenos Rodrigo Lanza y Alex Cisternas fueron condenados a penas de cárcel y una millonaria indemnización por la agresión sufrida por un oficial de la policía de la ciudad de Barcelona. Lanza fue condenado a 4 años y medio de cárcel y el pago de una indemnización de 950.795 euros por los delitos de atentado contra la autoridad, lesiones dolosas y lesiones imprudentes. Cisternas, en tanto, deberá permanecer en prisión por 3 años y tres meses, al ser condenado por los delitos de atentado a la autoridad y lesiones dolosas. La familia de los chilenos indicó que apelarán ante la justicia para que Rodrigo sea beneficiado con la libertad condicional dado que ya cumplió la mitad de la pena al estar en prisión preventiva. La madre de Lanza, Mariana Huidobro, indicó a La Tercera. com, que estos días apelarán a la justicia junto con su equipo jurídico en España y reiteró que todos los familiares sabían ya del resultado del fallo, puesto que acusan discriminación hacia todos los jóvenes sudamericanos.
El tribunal decidió absolver a los jóvenes por las lesiones que sufrió el compañero del policía herido. El proceso contra los chilenos se inició el pasado 7 de enero tras permanecer en prisión preventiva por casi dos años. Lanza y Cisternas, junto al argentino Juan Pintos -también condenado a tres años y tres meses de prisión- fueron acusados de haber dejado en estado de coma a un policía. Sin embargo, dos días después de terminado el juicio, Alex Cisternas quedó en libertad a la espera de la sentencia. Al salir de la prisión, Cisternas presentaba un síndrome traumático y no estaba contento, dado que su amigo quedó en la cárcel. La madruga del 4 de febrero de 2006 los tres se encontraron con una disputa entre la fuerza de seguridad y un grupo de jóvenes. Sin poder salir del lugar fueron detenidos como culpables de haber herido gravemente a un policía. Al detener a los sudamericanos se les calificó como ilegales siendo que todos tenían su situación regularizada en España. Hoy las pruebas demuestran incongruencias en los testimonios de los policías, médicos e inculpados, pese a ellos no se avizora libertad para los sudamericanos.