Los chilenos Alex Cisternas y Rodrigo Lanza y el argentino Juan Pintos
Detenidos en Barcelona tienen fecha de juicio

Alex Cisternas padre, desde Chocota recibe noticias de su hijo detenido injustamente en España (ver El Costeño Nº3)

El 7 de enero de 2008 fue la fecha interpuesta por la justicia española para realizar el juicio de Alex Cisternas, Rodrigo Lanza y Juan Pintos, los dos chilenos y el argentino detenidos en Barcelona, producto de un altercado con la policía.
Más de 20 meses detenidos llevan estos jóvenes a la espera de un juicio, con pruebas que la jueza a cargo del caso a decidido archivar. Ha llegado el día del juicio. La prensa internacional ha de estar atenta a este puesto que, hablamos de un juicio sin debido proceso -no se han seguido los conductos regulares de la justicia -, de pruebas que han sido archivadas, de torturas: de hecho los únicos policías que acusan a estos muchachos son lo que los torturaron la noche que los detuvieron.
Al fin se conoce la fecha del juicio. Donde, si la justicia española actúa con lealtad a los principios de justicia, podremos al fin obtener la justicia, tanto para los tres detenidos como para el policía malherido.

Caso de estudiantes chilenos es parte de informe de Amnistía Internacional que cuestiona a policía española

En el caso de los jóvenes de Lanza, Cisternas y Pintos, el informe describe los apremios ilegítimos y golpes que recibieron durante el proceso de detención. Los tres involucrados fueron aprehendidos el 4 de febrero de 2006 en un confuso incidente el frente de un edificio donde se celebraba una fiesta en Barcelona. Al estudiante chileno Rodrigo Lanza, se le acusa de haberle provocado un coma vegetativo a uno de los policías involucrados en el incidente, hecho del cual se declara completamente inocente, circunstancia que no se le ha permitido demostrar dadas las permanentes limitantes que ha interpuesto la Sección Octava de la Audiencia Provincial de Barcelona. Sobre este punto, un alto porcentaje de los entrevistados dijo que los jueces de instrucción y los fiscales se basan, en gran medida, en las declaraciones de la policía y no dan el mismo crédito a los afectados, ni a los testigos de los abusos. Ante estos testimonios, AI considera como otro motivo de preocupación “la existencia de casos en que los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley han presentado denuncias dirigidas, aparentemente, a desacreditar el testimonio de las víctimas con el fin ocultar las pruebas que puedan presentar contra ellos o de intimidarlas para que retiren su denuncia”.