¿Porqué no avanzar a una protesta popular?

Andrés Padilla/Ventana Noticias

Cuando la Corte Suprema falló la ilegalidad de la autorización de corema para la construcción de “Campiche” fue el momento preciso para volcar nuestra rabia en la calles. Rabia legítima, pero criminalizada por los medios de comunicación serviles con el poder. La violencia de la contaminación y los flirteos del mundo privado con un estado arrodillado, exigen una reacción inmediata, por ello resulta ilógico que las organizaciones llamadas a guiar e informar a la población, en el tema medioambiental, como el Consejo Ecológico, hayan perdido tiempo valioso, manteniendo una cautela que solo ellos entienden.
Los importantes pasos legales dados por este ente ciudadano que ha demostrado seriedad y trabajo, si no son apoyados y legitimados en las calles, serán muy pronto vapuleados por el poder político y su maraña de oscuras influencias.
Sería ingenuo confiar en un sistema legal que declara ilegal una autorización de corema para una unidad termoeléctrica de Aes Gener y falla a favor del proyecto Energía Minera de Codelco que con sus tres unidades será la lapida definitiva del pueblo de Los Maitenes.
Una movilización responsable, informada, combativa y lo más importante autónoma, puede ser la diferencia a la hora de exigir los derechos consagrados en la constitución. Una movilización exenta del padrinazgo de la clase política, que tan oportunamente aparece con su discursos vacíos. Desde la derecha neoliberal hasta la actual dirigencia del Partido Comunista aliada con la concertación, no hay una sola voz confiable.

Autonomía, dignidad, justicia, trabajo, salud, vida.