miércoles, diciembre 10, 2008

APUNTES MEDIOAMBIENTALES
En Puchuncaví se pretende una lucha medioambiental sin un cuestionamiento fundamental y absoluto al actual sistema neoliberal imperante, al tipo de democracia empresarial y utilizando las mismas herramientas creadas para perpetuar los privilegios de las corporaciones. No podemos esperar avance alguno si los ecologistas locales insisten en buscar consensos con la autoridad y las empresas contaminantes.
El episodio de La Higuera en la IV región donde Codelco hubo de retirar del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) su proyecto Central Termoeléctrica Farellones, debería dejar una enseñanza a los ecologistas autóctonos . En ese rincón de Chile, los pescadores recurrieron a la acción directa, como cortes de carretera y la concurrencia masiva a la intendencia para manifestar su indignación ante la amenaza de pérdida de sus fuentes de trabajo y del rico ecosistema existente en el lugar. Acá en cambio, los defensores del medioambiente cifraron sus esperanzas en las mismas herramientas creadas por el sistema para perpetuar y proteger los privilegios de corporaciones y transnacionales: sistema judicial, parlamento, partidos políticos. Los líderes de la defensa del medioambiente en Puchuncaví, no solo NO lograron una sintonía con la gente, sino que acumularon una larga lista de derrotas en esas mismas instancias en las que depositaron sus esperanzas.
En otro caso emblemático, la gente del Maule amenaza con llevar su simbólico ataúd gigante a Santiago en contra de Aes Gener y su proyecto termoeléctrico Los Robles, mientras en Ventanas asistimos a la pacífica construcción de dos plantas termoeléctricas que se suman a dos ya existentes y un absurdo paseo de quitasoles (para mitigar el daño).
¿Está todo perdido? Por supuesto que no. La lucha de ahora en adelante será organizar nuevos referentes medioambientales y sociales, limpios de la coacción de las empresas y el estado, pero firmemente cimentados en la acción directa de la población. Este trabajo no será fácil, pero encontrará terreno fértil en la insatisfacción de muchos jóvenes hastiados de la política.

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