Democratización, movilización, única solución

En Puchuncaví ya aprendimos la lección: la supuesta participación ciudadana contenida en la ley de bases del medio ambiente (aprobada por derecha y concertación) y que dice relación con casos de conflicto ambiental, es solo simbólica y en último termino, nula. De la misma manera, el derecho a vivir en un medio ambiente limpio y libre de contaminación, consagrado en la constitución, es vulnerado en aras de intereses económicos.

Es natural que los ciudadanos sientan una gran desconfianza hacia las instituciones que teóricamente deberían velar por sus derechos fundamentales. Primero, un congreso no representativo de todas las visiones de país, sino que repartido por dos bloques de poder que a lo largo de 15 años de transición han demostrado escaso interés por votar leyes que favorezcan la defensa del medio ambiente y la dignidad de las personas.

En las actuales circunstancias ha quedado en evidencia que el supuesto desarrollo sustentable es una falacia. Esta estrategia impulsada por los gobiernos de la concertación ha producido crecimiento económico, bien para el estado, bien para ciertos grupos privilegiados pero ha carecido de equidad social.

Urgen cambios en la institucionalidad ambiental, para que un organismo técnico autónomo se instituya como regulador de los proyectos peligrosos para la comunidad. En segundo término, fortalecer la participación ciudadana de manera que la voz de las organizaciones comunitarias sea escuchada y realmente considerada en las decisiones finales.

Creemos que el actual sistema electoral (binominal) instituido en dictadura, ha sido nocivo, en tanto ha excluido a importantes sectores nacionales que tienen mucho que aportar en este y otros temas. Democratizar es la palabra clave.

En última instancia sería interesante que la misma comunidad generara sus propios candidatos al parlamento y que estos no fueran impuestos desde las cúpulas de los partidos, tan alejados siempre de la realidad de los pueblos pequeños.

En el estado actual de las cosas, solo nos queda movilizarnos, para dejar constancia de que somos personas conscientes y preocupadas de nuestros semejantes.